Juntos, nada más...
Si acabaras de entrar en una lavandería de mala muerte de la avenida de La Bourdonnais, un 29 de diciembre a las cinco de la tarde y vieras esta silueta bajo la triste luz de los neones, te dirías exactamente esto: ahí va... un ángel...
Camille levantó la cabeza en ese mismo momento, lo vio, se quedó un momento sin reaccionar como si no lo hubiera reconocido y terminó por sonreírle. Oh, casi nada, apenas un pequeño destello, un gestito de reconocimiento entre clientes habituales...
-¿Son tus alas?- le dijo, señalándole la bolsa.
-¿Cómo?
-No, nada...
Acabo de llegar a la última página de Juntos, nada más, de Anna Gavalda, y lo he acabado con una sonrisa en los labios. Me ha gustado mucho: es sencillo, tierno, entretenido... de esos libros que casi se leen de un tirón. Cuatro personas golpeadas por la vida, con sus respectivas historias, que terminan encontrándose y haciéndose compañía los unos a los otros. Una familia elegida que acaba enseñándoles el camino a la felicidad a cada uno. Y me guardo otro fragmentito que me ha gustado mucho, entre muchos otros, además de el que he dejado al comienzo de este post, que ya reseñaré más adelante.
Ahora me voy corriendo a la biblioteca, que tengo que devolver el libro...
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