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Duna Loves

Silvia y el osito de peluche

Silvia y el osito de peluche Las dos de la madrugada. Se había quedado dormida en el sofá sin apenas haberle dado tiempo a ver la película. Se levantó aún con los ojos medio cerrados, alcanzó su habitación, encendió la estufa, un poco de música y se detuvo...

No sé qué pasó, pero aquella noche se sintió como una niña pequeña. Necesitaba meterse en la cama y dormir abrazada a un osito de peluche, no quería dormir sola, pero tampoco necesitaba a nadie. Escogió a Trusi, porque eso era lo que ponía la medalla que llevaba el osito, un osito suave, muy suave, de color granate y tan blandito... era como los ositos que se regalan en las series de dibujos animados, un verdadero osito de peluche. Silvia hacía ya algunos meses que había entrado en la veintena, ¿y qué?, ¿tú no ves dibujos animados? Pues yo sí -sonrió-. Y cogió a Trusi, retiró las ropas de la cama, se metió en ella cuidadosamente, volvió a colocarse las mantas, apagó la luz y se abrazó al osito.

Ahora no tenía miedo. Todo le daba igual. Los problemas del día se habían arreglado con abrazarse a Trusi y dormir. Como los niños pequeños...

8 comentarios

DuNa -

Brisa: pues sip, creo que sienta bastante bien.

Dani: es bueno conservar algún oso de peluche de la infancia o algo que te recuerde que fuiste niño una vez... ;-)

Azul de Blancos: jejeje te mando un osito? a mi me encantan!

Nube: reconforta recuperar esa costumbre de la infancia de abrazar un osito.

Hache: siempre tu particular visión... ¿no puedes recordar lo que es abrazar un osito de peluche y olvidarte de la preocupación, olvidar que te haces mayor?

Improvisando: gracias! te doy la bienvenida a mi espacio. Gracias por tu visita :-)

improvisacion -

!qué lindo! dan ganas de salir corriendo a la calle a buscar un osito igual a ese, se debe de dormir de bien con él.....

Hache -

Yo ahora intentaré adentrarme en mis sueños, a ver si puedo abrazarme a mi mismo...

Nube -

Concilió... (Perdón por la patada al diccionario)

Nube -

Yo hace más d 1 año, tenía miedo a dormirme. Me regalaron entonces a "Orejotas", un conejo con un chupete y la mar d blandito tb.
Ya no duermo con él, pero decirte q en su tiempo, coincilió mi sueño más dulcemente...

Un besote.

AZUL de Blancos -

¡que tierno!, ahora tengo ganas de irme a dormir con un osito, pero ¡no tengo ninguno! ¿qué hago?
Un beso, guapa

Dani -

Bonita historia, me ha gustado, yo de echo todavia tengo a mi oso :$ jejejej pero quiero mis gasas :'(

Besossss

Brisa -

A veces simplemente necesitamos tener algo suave entre los brazos y recordar el calor y la seguridad que nuestro osito de peluche nos proporcionaba ¿pq no? Un beso