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Duna Loves

Descalza

Descalza

Descalza por mi ciudad, donde todos los días despierto y sólo a veces me recuerda recuerdos que nunca he vivido. Es muy extraño. Quizás porque hace muchos años que dejé de vivir... dejé de vivir aquí, pero me llevé algunas piedras en los bolsillos.
En invierno, la gran parte de los días llovía y cuando salía de trabajar tenía que esperar bajo el techado a que acabara la tormenta. Era como si mi madre se hubiese olvidado de venir a recogerme al colegio y me quedaba sentada en los escalones, esperándola. Pero después siempre volvía a casa, sola, por el camino de las piedras. Caminar sobre las piedras moldeaba mis pies a cada paso, pero eso no era lo bueno. Mis dedos se empapaban con cada lunar de agua que había quedado atrapado entre piedra y piedra.

¡Qué frio! Escalofrío. ¿Por qué estaba descalza...
Me desperté. Y había algunas piedras esparcidas a los pies de mi cama... 

3 comentarios

chocoadicta -

Que intrigante historia. A me gusta ir descalza por casa, por la hierba, en la playa... de alguna manera me siento más unida al mundo...

flexo -

eso de andar descalzo aunque sea en sueñosrealidad es genial, sobre la arena, hierba, piedras...
buenfindesemana
un abrazo duna

la senda de luz -

sentir como tocamos el suelo a través de pis desnudos..

sensaciones que el camino nos deja....

me gusta sentir la arena de la playa...

me gusta sentir la hierva fresca....

me gusta sentir el fluir del arroyo....

saludos