Pañuelo y manta
Dicen que después de la tormenta siempre viene la calma. En este caso, y durante estos días, después del chaparrón siempre sale el sol y vuelve a subir la temperatura. Es entonces cuando el abrigo con el que saliste esta mañana de casa, te sobra de manera exagerada: a los dos minutos ya se nota de nuevo el calor. Pero en cuanto haces una parada de más de diez empiezas a sentir un frío por la espalda... Te abrigas, das dos pasos y ya sudas. Pero conforme cae la tarde, refresca y pasas la noche frente a la tele tapadito con tu manta de lo más feliz. Así te acuestas pensando que tu cama es el lugar más cálido del mundo... aunque tengas que dormir solo.
Y, ¿qué pasa a la mañana siguiente? Pues que, con el calor de tu cama, el frío de la casa, el cambio de ropa y el chaparrón, amaneces con la voz más ronca que Carmen de Mairena, con una tos de anuncio de jarabe y la nariz como un pimiento. Bendito entre tiempo... y es que quien lo inventó seguramente no sufría sus consecuencias...
5 comentarios
prazsky -
Aitor -
(perdon)
La senda de Luz -
y sobre lo de domir en la cama, muchas veces no nos damso cuenta pero deberiamos agradecerlo, ya sea solos o acompañados, no todo el mundo tiene esa suerte y tienen que dormir en la calle.
Saludos
Francis recogiendo la ropa que llueve -
Por cierto, ahora está lloviendo y bastante por aquí. Voy a recoger la ropa del tendedero...
Achís! no por favor...
Ardid -
Saludos.