Génesis...

Nació de un ramo de flores, de un par de rosas azules. Nació de un pequeño anillo de plata, de la letra de una canción... es sólo echar a andar, no importa de qué modo, qué importa el modo de comenzar me cantabas subido a lomos de una melodía de hace 22 años. De aquel disco nací yo, sólo para agradecerte... todo, aquel modo de comenzar. Y es que aquello me gustó tanto...

De un tiempo a esta parte, DuNa ha traspapelado parte de su identidad inicial, y tú me entenderás... La epistola amorosa que continuamente te dedicaba se ha convertido en pañuelo de lágrimas, se ha convertido en recuerdos que viajan a mi espalda. Porque ya no hay un punto y seguido cogidos de la mano: ahora un punto y final nos separa, y lo que nació por ti, aquí está, sobreviviendo con el corazón lleno de arena porque los ojos tienen toda el agua.

Pensé en borrarte poco a poco y cambiar de identidad, pero no puedo borrar un año entero, una identidad adquirida por medio de los sentimientos. Sólo puedo seguir caminando mientras la arena registra mis pasos. Aunque sigo pensando que algún día volverás buscando mi sombra y yo me calzaré tus zapatos; tú zarparás hacia mi cuerpo y yo besaré tus párpados...

Mientras espero... aquí me tenéis, caminando; volviendo a coser mi corazón para cuando vuelva a mi lado...

1 comentario

[Marta - 12 de julio de 2005 - 09:48]

Señora de las Arenas, todo cambia, pero me da penita que esa primera identidad mantenga tus ojos empapados. Pero un año da mucho de sí, y aunque haya sigo un punto y final, seguro que hay comas y puntos y comas que hagan seguir el camino, y consigan hacerte caminar cada vez con más fuerza.

Un beso