Francotiradora
Le encanta ver anochecer desde su ventana. Sin moverse, sin prisas y en silencio pasa la última hora del día mirando hacia arriba desde los pies de su cama. A veces se tira en ella boca arriba y puede ver el cielo. Y siempre se hace la misma pregunta: ¿puede haber algo más maravilloso? Y ahí continúa, sin inmutarse, con los ojos como platos.
Desde su ventana también se puede ver el pueblo, "con todas esas luces chiquitas y brillantes", dice. Y se va haciendo de noche y el cielo se vuelve más azul. A veces sólo abandona esa posición para coger la cámara de fotos y entonces es como un francotirador apostado en la azotea de un edificio: espera el momento perfecto.
¿Por qué lo hace? Ni me preguntes. Creo que a veces ni ella lo sabe con certeza...
4 comentarios
Scully -
Ojalá todos fuéramos francotiradores...
Ainhoa -
Sory -
Besote :*
la casa encendida -
Saludos