Yo soy periodista porque...
[Hace más de una semana que le doy vueltas a esta historia...]
Cuando era pequeña y alguien se ponía enfermo, no me dejaban ir a verlo porque mi padre decía que a los niños no los dejaban entrar en el hospital. Veía cómo entraban mis abuelos y no volvían a salir... Entonces yo me callaba, daba media vuelta, volvía a mi cuarto y allí me entretenía.
Por aquel entonces aún no tenía equipo de música en mi habitación, así que solía coger la radio antigua que andaba por casa y me montaba mi propio programa de radio: poniendo mi música favorita, dando noticias, sin micro ni escaleta.
Después, ya no recuerdo si más tarde o más temprano, mi abuelo me empezó a llevar a la oficina donde trabajaba. El paso del tiempo me enseñaría que aquello era lo más parecido a una redacción de un diario que podía ver con mi edad. Allí, junto a mis tíos y mi madre, mi abuelo sacaba adelante un periódico sobre turismo: maquetaban, diseñaban, contrataban publicidad... Y allí pasaba las horas, dibujando sobre la mesa de calcar, utilizando el material de oficina y jugando a la ruleta de la fortuna en un Mac de pantalla en blanco y negro.
Como el paso del tiempo no perdona, crecí. Y decidí que era a eso de los periódicos a lo que yo me quería dedicar. Estudié, pasé todo lo que había que pasar, llegué a la universidad, estudié más... hasta que me licencié. Y podríamos decir que hoy trabajo de ello. Y, como el paso del tiempo no perdona, ahora es mi abuelo el que está enfermo y no sé si quiero que me dejen entrar en el hospital... pero ya no puedo darme la vuelta y seguir jugando.
Por aquel entonces aún no tenía equipo de música en mi habitación, así que solía coger la radio antigua que andaba por casa y me montaba mi propio programa de radio: poniendo mi música favorita, dando noticias, sin micro ni escaleta.
Después, ya no recuerdo si más tarde o más temprano, mi abuelo me empezó a llevar a la oficina donde trabajaba. El paso del tiempo me enseñaría que aquello era lo más parecido a una redacción de un diario que podía ver con mi edad. Allí, junto a mis tíos y mi madre, mi abuelo sacaba adelante un periódico sobre turismo: maquetaban, diseñaban, contrataban publicidad... Y allí pasaba las horas, dibujando sobre la mesa de calcar, utilizando el material de oficina y jugando a la ruleta de la fortuna en un Mac de pantalla en blanco y negro.
Como el paso del tiempo no perdona, crecí. Y decidí que era a eso de los periódicos a lo que yo me quería dedicar. Estudié, pasé todo lo que había que pasar, llegué a la universidad, estudié más... hasta que me licencié. Y podríamos decir que hoy trabajo de ello. Y, como el paso del tiempo no perdona, ahora es mi abuelo el que está enfermo y no sé si quiero que me dejen entrar en el hospital... pero ya no puedo darme la vuelta y seguir jugando.
[Imagen by DuNa]
6 comentarios
desaparecido -
besos del desaparecido!
SuperManzana -
Seguro que tu abuelo está muy orgulloso de tí.
Besazos
Sory -
Espero que se mejore!
Maci -
Hasta me has hecho llorar, tonta. jjjj
Un beso muy fuerte y ¡adelante!
Ardid -
Saludos.
mako -
Cómo ke ya vives de eso??Has encontraó currele??en qué??cuenta!!!jejeje...
pd..me alegro muxo neni!!!te lo merecias!!!;)