Desconocidos conocidos
Hay una chica en mi trabajo que por las mañanas trabaja fuera de la redacción, pero hoy estaba allí la primera. He entrado por la puerta y, tras un "Buenos días", ha pronunciado mi nombre para ver si podía ayudarla con una duda informática.
Todo normal, sí... pero, ¿cómo sabe mi nombre? En los pocos días que llevo trabajando allí es la primera vez que la veo y trato con ella y además no nos han presentado. Lo más curioso es que yo también me sé el suyo...
Muchas veces me he preguntado ¿cómo sabe mi nombre?, pero nunca me he llegado a preguntar ¿cuánta gente habrá que sabe mi nombre? ¿cuánta gente habrá que sabe mi nombre sin yo tener conocimiento de ello? ¿cuánta gente sabe mi nombre y yo sé el suyo y ninguno de los dos tenemos conocimiento de ello? Me resulta algo inquietante la idea de que alguien sepa de mi sin yo saberlo, pero es algo a lo que todos nos exponemos en nuestras relaciones con los demás. Pero quizás me resulta más inquietante aún la última pregunta: ¿cuánta gente sabe mi nombre, yo sé el suyo, pero ninguno de los dos tenemos conocimiento de ello? A veces pienso... quizás está escrito en alguna parte que tengo que conocer a esa persona y estoy aquí conformándome sólo con saber su nombre o quizás nos hayamos cruzado sin saberlo o estemos destinados a ser simplemente "conocidos nominales"... es extraño.
Sin embargo, también hay personas a las que llegas a conocer. Creo que conoces a una persona por alguna razón. Si se trata de una persona que tiene que ser importante en tu vida, alcanzas una gran amistad; si se trata de alguien que te influye o aparece en un determinado momento, se convierte en conocido, algo puntual; y al que no conoces, simplemente no existe.
Esta es la complejidad de las relaciones humanas. Es la demostración clara de la inmensidad del mundo y lo que somos en él. Desconocidos... unos llegan a encontrarse y conocerse, otros se conocen sin saberlo y otros se mantienen anónimos... para ti, pero quizás para otra persona no sea así...
Y aquí estoy yo, escribiendo con un pseudónimo a gente que no conozco, gente anónima, aunque algunos no tanto. Eso también es curioso...
Todo normal, sí... pero, ¿cómo sabe mi nombre? En los pocos días que llevo trabajando allí es la primera vez que la veo y trato con ella y además no nos han presentado. Lo más curioso es que yo también me sé el suyo...
Muchas veces me he preguntado ¿cómo sabe mi nombre?, pero nunca me he llegado a preguntar ¿cuánta gente habrá que sabe mi nombre? ¿cuánta gente habrá que sabe mi nombre sin yo tener conocimiento de ello? ¿cuánta gente sabe mi nombre y yo sé el suyo y ninguno de los dos tenemos conocimiento de ello? Me resulta algo inquietante la idea de que alguien sepa de mi sin yo saberlo, pero es algo a lo que todos nos exponemos en nuestras relaciones con los demás. Pero quizás me resulta más inquietante aún la última pregunta: ¿cuánta gente sabe mi nombre, yo sé el suyo, pero ninguno de los dos tenemos conocimiento de ello? A veces pienso... quizás está escrito en alguna parte que tengo que conocer a esa persona y estoy aquí conformándome sólo con saber su nombre o quizás nos hayamos cruzado sin saberlo o estemos destinados a ser simplemente "conocidos nominales"... es extraño.
Sin embargo, también hay personas a las que llegas a conocer. Creo que conoces a una persona por alguna razón. Si se trata de una persona que tiene que ser importante en tu vida, alcanzas una gran amistad; si se trata de alguien que te influye o aparece en un determinado momento, se convierte en conocido, algo puntual; y al que no conoces, simplemente no existe.
Esta es la complejidad de las relaciones humanas. Es la demostración clara de la inmensidad del mundo y lo que somos en él. Desconocidos... unos llegan a encontrarse y conocerse, otros se conocen sin saberlo y otros se mantienen anónimos... para ti, pero quizás para otra persona no sea así...
Y aquí estoy yo, escribiendo con un pseudónimo a gente que no conozco, gente anónima, aunque algunos no tanto. Eso también es curioso...
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