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Duna Loves

Tacones a casa

Tacones a casa Perseguida por el eco sordo de sus tacones, ella caminaba las calles recién regadas y todavía escarchadas por los restos de la noche. Hacía mucho tiempo que no volvía a casa a estas horas, sola, y después de un viaje en un tren aún vacío. Eran las siete de la mañana cuando puso pie en la estación de llegada. A tan tempranas horas sólo llegó a cruzarse con algún otro fiestero desorientado por el alcohol que buscaba una cafetería donde le sirvieran algo caliente. El olor a pan recién hecho le hizo recordar que tenía el estómago vacío, pero el frío empujaba hacia casa. Así aceleró el paso y su abrigada figura se deshizo entre las luces de las últimas farolas encendidas.

3 comentarios

Memnoch -

Parece que pudo más el frio que el hambre. Aunque... ¿Qué mejor lugar para saciar el apetito que el calido y acogedor hogar?
Petonets maca
P.d.: Aunque parezca mentira he actualizado y todo :p

Leicca -

Oigo los tacones...
(Como tu click. Volví del todo!)
Un beso.

Ardid -

Quizás apretaban más los tacones que el frío =) Saludos.