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Duna Loves

Y las arenas se preguntan

Y las arenas se preguntan Si no sufriéramos, ¿cómo reconoceríamos el placer?
Es que estoy leyendo a Gala y desarrolla sus teorías sobre esto. ¿Es el placer un descanso que nos da el dolor porque siempre estamos sufriendo?

(Ya me extenderé más después, que ahora me tengo que ir a currar)

Me extiendo un poco tarde pero aquí estoy, necesitaba un poco de inspiración para esto. Y volviendo al tema... Cuando dos personas empiezan a pasarlo mal, a sufrir estando juntas, es cuando tienen un problema importante, porque puede acabar con la relación. Pero si esos momentos de tensión no existieran, entonces no diríamos aquello de lo mejor de una relación son las reconciliaciones, que serían los momentos de placer, el descanso del sufrimiento.

Alá! ahí queda eso. Buenas noches a todos!

13 comentarios

DuNa -

Ya estoy de vuelta. Gracias a todos, chicos, y bienvenidas aquellas letras nuevas que veo por aqui: Mariose, Angurth, Dani, Joaquín, Carlos.

hechi -

Yo creo que no hay que sufrir para valorar, pero está claro que a veces vemos la felicidad como derecho propio y no la valoramos de ahí que lleguen las malas épocas y añoremos aquella paz, al final lo que hacemoses estar siempre insatisfechos, somos raros los humanos vaya que sí, cuando tenemos no valoramos y luego a llorar...
La cosa es que de las malas épocas se puede aprender mucho, sobre todo para no caer en la misma piedra, pero que quieres que te diga prefiero ir por el camino del medio, por el lado amable de la vida...genial reflexión, y buena elección del autor, me gusta Gala!!!
Besote preciosa lo pasaste bien el finde???
muá

Dani -

Qué razón tienes Duna. A veces tenemos que llegar al otro extremo para darnos cuenta de lo que tenemos.

Aradalion -

Vaya, me has pisado el post de hoy... llevo toda la tarde pensando en eso.

La verdad es que incluso el dolor tiene su lado positivo. Sirve para que apreciemos el placer, pero también nos hace crecer y madurar.

¿De qué escribo ahora en mi blog?... cómo eres, Duna!

Mariose -

Me gustó tu presentación, la traigo de nuevo porque parece un baile, una canción:
"Soy el abismo que mece el Sol con su vértigo. Soy un nudo de antojos. Soy fin y destino. Soy la DuNa que oculta lo escondido... Bienvenidos a mi desierto..."

Los placeres sólo duran segundos, minutos, quizás algunas horas, pero por esos pequeños instantes valdrá la pena vivir, aunque venga acompañada de difilcultades, pero abrá que entretenerse ¿no?.

Gracías por visitar mi página, has hecho que te siga a la tuya y me ha encantado.Un dulce beso.

Joaquin -

Esta claro, para poder apreciar algo sea bueno o malo necesitamos que esté dentro de una escala de valores. Si siempre tuviéramos placer no lo apreciariamos y sólo tuviéramos dolor no existiriamos

angurTH -

es la eterna relación de los contrarios.. hay veces que uno necesita ver más de una vez lo fría y oscura que puede ser la noche, para apreciar el brillo y el explendor deun nuevo día.

Saludos desde las burbujas :-)

Carlos -

Hola DuNa!!

Gracias por visitarme, te animo a que lo hagas más a menudo y que postees todo lo que te apetezca allí.

Me gusta tu blog y especialmente este último tema que has escrito.

Es dificil averiguar que es lo que nos deja participar del placer, si un descuido del dolor o viceversa.

Un saludo, Carlos.

bokuden -

Por cierto, me ha venido a la cabeza una cita:

"El dolor es inevitable, el sufrimiento opcional".

bokuden -

O quizá sea el dolor un descanso que nos da el placer, para hacernos más partícipes de su presencia. O puede que incluso sean dos caras de la misma moneda, de tal forma que no se puede conocer uno sin el otro. Uy, leyendo esto, el marqués de Sade estaría muy de acuerdo :)

Pero independientemente de lo que sea, decía buda que hay una vía para liberarse de ese dolor, provocado por estar con quien no se ama, alejado de quien se ama, por desear lo que no se tiene... o más de una. Tal vez una de ellas sea el amor. O tal vez todas lo incluyan. Demasiados tal vez ¿no?

Ró -

Hola duna!!
Por fin he tenido un momento para pasearme por tu página!Aunque no comente todos tus post (ya sabes Madrid me estresa) tengo que decirte que me encantan todos ;)
Respecto a este tema, io he pensado muchas veces en ello,y como nunca he leído a Gala voy a apuntarlo en mi lista de "cosas por hacer". Yo creo que entre todas las cosas completamente opuestas hay una delgada línea que las separa; lo mismo que cuando nos duchamos nos provoca la misma sensación el agua congelada que el agua ardiendo, creo que sólo cuando estamos sufriendo nos damos cuenta de que el placer contiene una alta dosis de sufrimiento. Yo entiendo el placer como algo "exquisito", que muchas veces es conseguido con esfuerzo, sufrimiento. Y de esto, llega como bien dice Marta, el momento del disfrute, de valorar lo que tenemos o hemos tenido.
Espero que logres entender algo.
Muchos besos.

DuNa -

No sé cómo lo haces que siempre te tengo aquí la primera aun antes de terminar el post. Muchas gracias!! Un besito

Marta -

Perfecto! Antes que nada, no te canses mucho en el trabajo.

Gala tiene razón, estamos tan acostumbrados a desear toda la felicidad, que cuando llega, o simplemente cuando ya está, no nos damos cuenta. Se necesita algo ajeno, "sufrir" para poder sentir con mayor intensidad esa "felicidad" o buen momento.

Besos!