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Duna Loves

Improvísame

(1957)

Coleman Hawkins & Ben Webster - La rosita

La música impregnaba el aire y se me adhería a la piel como el calor en el verano y ya no me soltaba. La cita era siempre en el mismo lugar. Me encantaba ir a verle. Todas las noches tocaba la misma canción, mi canción. Entre una estrofa y la segunda parte del tema había un pequeño puente, que él convertía en interminable. Improvisaba sin parar. Y era entonces cuando yo me animaba a salir a bailar a la pequeña pista del local. Con mi vestido rojo y mi mirada fija en él. Era la única mujer que bailaba sola y en aquella época... Aunque en realidad no me importaba porque, para cuando la gente empezaba a murmurar, yo sólo escuchaba la música. La sentía, lo sentía sólo a él. Y ya no me soltaba...

Entonces saltó la aguja del tocadiscos y el vinilo de los 50’ quedó girando, mudo...

Mañana será otro disco.

 

audio | gracias a moteldemoka.com

1 comentario

Chocoadicta -

Estupendísimo post, un escrito precioso lleno de nostalgía, melancolía y encanto. Me ha gustado mucho...